Seo-joon (Byun Yo-han), un exdetective que ahora trabaja en el sector de la construcción, es víctima, junto a su entorno cercano, de un ataque de pishing de voz que tendrá graves consecuencias. Decidido a resolver la situación, comienza a rastrear la organización de estafadores.
Un líder de operaciones encubiertas notoriamente despiadado recibe el apodo de Yaksha, en honor a un espíritu devorador de humanos. Un fiscal decide investigarlo, para descubrir una misión que podría sacudir a todo el continente.